En el primer libro encontramos a un Verdon capaz de coger un argumento no muy complejo e ir destapándolo muy poco a poco, sabiendo que mostrar en cada momento, enganchando al lector al final de cada capítulo para llegar a un final muy correcto(puede que algo previsible) pero dejando tras de sí un camino muy emocionante. En esta segunda parte parece que Verdon haya querido optar por un argumento más complejo(bastante más) que el de su anterior novela pero, en mi humilde opinión, esta complejidad se ha vuelto en su contra. Es como si se le escaparan detalles de las manos. No he visto esa gran estructuración de “Sé lo que estás pensando” en esta novela, ha habido capítulos en los que estaba decayendo en demasía mi interés, por no hablar de ciertos puntos que no termino de entender el por qué y algunos problemas argumentales que, si bien no llegan a contradicciones, sí que se ven un tanto forzados. En definitiva, Verdon ha querido dotar de mayor complejidad a su novela para no caer en el error de la excelente “Sé lo que estás pensando” pero no sé si tal vez quiso correr demasiado (o que los propios editores le “achucharon” para que aprovechase el tirón de la primera novela) y al final la estructuración de la información, la deducción final que es muy forzada y ciertas lagunas argumentales hacen que esta obra esté muy por debajo del nivel de la anterior aventura del detective Gurney.
hace 9 años