Genial, te atrapa de principio a fin.

Me ha gustado mucho, aunque es el que menos de los tres. Quizás es porque, para mi, los dos primeros son de lo mejorcito en novela negra, y he leido mucha novela negra. Aun así, muy muy recomendable. Carmen Mola, esperaremos ansiosos tus proximos libros

A mi este es el que mas me ha gustado de los tres, me ha gustado el seguimiento del trabajo policial, con las pistas, deducciones, creíble. Me encantan, no se si es la palabra, los crímenes atroces, esas barbaridades, crudas que te ponen los pelos de punta. Me ha gustado la humanidad, la expresión de rabia, las reacciones naturales de la brigada. Engancha mucho, se sigue con interés, me gustaría soltar algún spoiler para comentar algunas cosas que me rondaban por la cabeza, pero no quiero chafarle a nadie. Al que le gusten los anteriores les gustara este, me parece que, a mi me parece el autor(a) mas interesante del genero de este pais de los últimos años. Repito lo que escribí en la critica de la novia gitana: Carmen, mola!

A mí me ha gustado y enganchado desde el primer capítulo. Novela ágil siguiendo la estela de las dos anteriores. Quizás cruda en algunas descripciones pero por lo demás me ha parecido buena y entretenida

Me gusto mucho La novia gitana. Me gusto mucho La red púrpura; pero me ha gustado mucho más La Nena.

Carmen Mola, quién quier que sea, has venido para quedarse y, convertirse en una referencia española, como escritora de novela negra. En esa entrega, nos brinda con, una faceta oculta de nuestros queridos y conocidos personajes, sacando el lado más oscuro de ellos, sus temores e inseguridades. Con una trama intrigante de, una familia de caníbales, inmersos en, su restricto mundo, con sus principios y reglas qué, lograrán mantenernos en vilo, hasta el desenlace de la trama, y al final, nos preguntaremos: ¿Cuándo volverá, Carmen Mola, a abrir su caja de Pandora?

Buenísima esta tercera entrega de las aventuras de la inspectora Elena Blanco, para mi, la mejor de las tres, y las tres son muy buenas. Desde la primera página hasta la última te tiene en suspense, en tensión.

En esta tercera entrega de la inspectora Blanco, Carmen Mola deja constancia de que sus obras van "in crescendo". Si en "La novia gitana" dejó claro que había llegado para quedarse, en la "Red Púrpura" se superó y con "La Nena" queda constatado que este nombre pseudónimo tiene un talento especial para las historias "noir". Desde la primera página te engulle la historia con una trama ágil, rápida y acelerada que hace que no lo puedas soltar. Carmen Mola, quienquiera que sea, no defrauda. Para mí, tras esta entrega, está al mismo nivel que Pierre Lemaitre.

Fantástica! Carmen Mola lo ha vuelto a conseguir .Igual que con «La novia gitana» y «La red púrpura», es imposible parar una vez comienzas a leer. La autora la mantiene su estilo : buena escritura, buen ritmo, buena trama, personajes escalofriantes que personifican el mal, escenas muy fuertes… Sea quien sea Carmen Mola ya se ha convertido en uno de mis autores de novela negra favoritos.Aunque en esta entrega hay unas pocas páginas que no aportan nada a la historia y en alguna ocasión me resultó repetitivo, estoy deseando ver cómo evolucionan los personajes en las siguientes entregas.

Carmen Mola en esta nueva entrega consigue atraparte desde la pagina uno . Directa, sin recovecos, dura,, muy dura, Esta a la altura de sus anteriores novelas. y sigue sin desvelar su verdadera identidad, ¿PERO A QUIEN LE IMPORTA?

Siendo tan buenos los anteriores, me resulta realmente difícil darle menos nota a La Nena, pero en mi opinión incluso un siete es demasiado. Mantiene el ritmo ágil, una historia oscura detrás del misterio, la forma directa de escribir sin perderse en descripciones. Sin embargo, y aunque engancha, carece de ese efecto de novedad, como que no aporta tanto a la escena literaria y que en la trama misma cae en escenas ya vistas en las dos anteriores. Además, el personaje de Elena ha perdido intensidad en el camino. En definitiva, es bueno, pero no excelente como La Novia Gitana o La Red Púrpura.