Estamos ante un libro hermoso. Hermoso por las imágenes que evoca, hermoso por el amor con el cual fue escrito, amor hacia la naturaleza, hacia los pueblos originarios, hacia la vida. Comencé a leer esta obra sin muchas expectativas, pues el tema indígena no es uno hacia los cuales me sintiese atraída, pero realmente este libro me ha logrado cautivar. Es de muy fácil lectura, muy ameno y con descripciones que permiten imaginarnos caminar por el campamento comanche, sin ser en número tal que resulten ser agotadoras. Gracias a este libro han nacido en mi sentimientos nuevos que no sentía hacia estos pueblos, me siento profundamente agradecida hacia el autor de esta obra que desborda paz y amor. No os creáis que es un libro demasiado empalagoso, todo lo contrario, está escrito con todos los ingredientes necesarios, utilizados en su justa medida; pareciese que no sobrase ni faltase ninguna palabra. Simplemente perfecto. Después del final de este, deseo poder leer pronto la 2º parte, Holy Road. Si alguien sabe como se llama en español, le agradecería mucho si me lo hiciese saber.
hace 13 años