Snoopy y Carlitos. El sabueso de imaginación desbordante y su dueño, un obstinado perdedor, son dos iconos universales del siglo XX. Durante casi cincuenta años, niños y no tan niños siguieron a diario una tira cómica que pronto saltó del perió...
Jay Gatsby, el caballero que reina sobre West Egg, el anfitrión de las noches sin tregua, pero también el triunfador marcado por el trágico sino de una soledad no pretendida, es el arquetipo de esos años veinte que se iniciaron con la prohibición y discurrieron en el gangsterismo y la corrupción pol...
Albúm ilustrado. Cuando Max se puso su disfraz de lobo le entraron unas ganas irrefrenables de hacer travesuras, y entonces su madre le llamó «¡MONSTRUO!» y Max le contestó «¡TE VOY A COMER!». Y le castigaron enviándole a la cama sin cenar. Encerrado en su habitación, Max imagina que navega lejos, a...
El monje que vendió su Ferrari es la sugerente y emotiva historia de Julian Mantle, un superabogado cuya vida estresante, desequilibrada y obsesionada con el dinero acaba provocándole un infarto. Ese desastre provoca en Julian una crisis espiritual que le lleva a enfrentarse a las grandes cuestiones...
El protagonista, Henry Wilt, encadenado a un empleo demencial como profesor en un Politécnico, acaba de ver postergado su ascenso una vez más. Mientras, las cosas no marchan mejor en casa, donde su maciza esposa, Eva, se entrega a imprevisibles arrebatos de entusiasmo por la meditación trascendental...
El protagonista y narrador de esta historia se empotra contra el descapotable de una irritante ejecutiva un lunes a las ocho de la mañana. Ciertamente él se distrajo un poco, pero ella no tenía por qué frenar en seco ni, desde luego, escupirle todos los insultos del diccionario. Por ello, decide ded...
El alquimista impaciente inicia su acción con un cadáver desnudo que aparece atado a una cama en un motel. Por la situación en que se halla, sin marcas de violencia, puede ser un crimen, o no. El sargento Bevilacqua, atípico investigador criminal de la Guardia Civil, y su ayudante, la guardia Chamor...