La narrativa exige máxima atención. Me descubrí releyendo secciones constantemente. Y aunque a veces hay fragmentos o frases que no se acaban de comprender, e incluso secciones ligeramente farragosas o que no sabes a dónde va (sobre todo en la primera mitad), todo queda compensado por las múltiples florituras de ingenio artístico que derrochan inteligencia, sarcasmo y un poder de observación de enorme precisión, sólo a la altura de los más grandes. Frases cargadas de poesía en las que permanecía un minuto contemplándolas como pequeñas obras de arte. La trama va de menos a más: empieza como a tientas, va cogiendo fuerza y, sin darte cuenta, estalla un clímax muy potente. Fitzgerald crea situaciones magníficas, muy por encima de los personajes que la habitan, que a excepción de Gatsby y algunos secundarios no resultan tan atractivos. Destacar también el hecho de que es una historia de amor con un planteamiento algo atípico y original.
hace 1 año