Jon Arbizu, joven inspector del Cuerpo Nacional de Policía, amante de los coches, la buena mesa y el deporte de resistencia, se dispone a devorar uno de los suculentos platos ecuatorianos que le sirven en el Chingana cuando recibe una llamada. La peculiar jueza Élida Piñón le informa de que ha aparecido el cadáver de una chica en los servicios de una discoteca del centro de Madrid. A ese primer asesinato pronto le sucede otro. Los dos asesinatos guardan varias similitudes: en ambos casos se trata de chicas jóvenes y guapas; en ambos casos las chicas han sido estranguladas a modo de pinza, y en ambos casos ha aparecido en la escena del crimen una púa de guitarra con la imagen de una calavera. Jon Arbizu se deberá enfrentar a un caso con varias contradicciones y no pocas dificultades internas y personales. Pero, para ello, cuenta con la experiencia de uno de los mejores perfiladores de los que dispone la policía: el inefable Manuel Sabater.