Nunca fui buena en la predicción de resultados. Nada de lo que podría haber predicho habría sido tan bueno como este cierre a una triología alucinante. Como de vez en cuando suelo acercarme a algunos pronósticos, tenía razón al decir que al finalizar este libro no me encontraría caminando por un campo repleto de arcoíris y unicornios... Un libro como éste no podía ser así.
Partiendo desde su portada celeste y angelical… ¿Quién hubiera imaginado la oscuridad, crueldad y desazón que se esconde en sus páginas?
Katniss es una persona diferente de los dos primeros libros. La encontré mucho más reflexiva y más abierta y receptiva hacia los demás (aunque sigue teniendo sus momentos de cruda testarudez que le dan ese toque humano que pocos caracteres ficticios logran cosechar).
Cuando terminé de leerlo, pensé, "¿De verdad amé este libro?", "¿Cómo es posible que lo haya amado?". No puedo amar a algo tan terriblemente triste y lleno de desesperanza. Algo tan doloroso.
A decir verdad, no creo que lo haya amado. Amor no es la palabra correcta. Es una novela fantástica. Y no creo que pueda haber alguna forma mejor para una trilogía de este tipo para llegar a su fin. La nota perfecta de tristeza y dulzura, dolor y renacimiento, todo mezclado. Es mucho más intenso que los dos primeros, una lectura más difícil y compleja y con mucha más profundidad emocional.
Collins tejió en su obra una serie de preguntas para reflexionar. ¿Dónde se traza la línea? ¿Das todo lo que tenés por una causa que te excede a vos mismo? ¿Vale la pena mostrar misericordia a los que no han te la han mostrado? ¿Es correcto matar a personas inocentes sólo porque los líderes de su lado de la línea mataron a gente inocente de tu lado?
Contrariamente a lo que algunos creen, para mi Sinsajo no es un libro contra la guerra. En realidad, creo que Collins está tratando de conseguir que nos hagamos preguntas acerca de lo que justifica la guerra y donde la línea debe ser trazada entre la justicia y la venganza. No es que no se debe luchar sino que sabemos que es por lo que vale la pena hacerlo.
Las tres últimas páginas hacen que todo el trabajo pesado, intenso, lleno de dolor que los personajes y el lector vienen sufriendo, casi valga la pena, de una manera extraña. Agridulce es la palabra perfecta. La sensación de pérdida que subyace en el mensaje final. No me decepcionó pero estoy decepcionada de que sea el final. Me dejó la sensación de quedar emocionalmente agotada y como si hubiera perdido algo. No estoy segura de si estaba en estado de shock o simplemente agotada por la intensidad de todo. Me alegro de que, en cierto modo, terminó como lo hizo. También estoy triste y un poco confundida. No porque no me guste, sino porque simplemente me dejó una sensación de vacío como ninguna otra historia lo había hecho antes.
Sólo desearía... Ojalá hubiera habido mucha más felicidad para esos personajes que tanto amo. Con el tiempo la sensación de vacío pasa. Pero en el momento la sensación de desdicha es innegable. No importa lo mucho que disfruté este libro (y lo hice, realmente lo hice), cuando lo terminé me encontré en una especie de duelo lector. La felicidad estaba allí, en el final, pero da la impresión que no fue suficiente para compensar toda la tristeza, toda la pérdida que empapa las páginas del libro.
Por otra parte, creo que esa era exactamente la idea.
No creo volver a encontrar en mucho tiempo una trilogía como esta y siempre voy a mantener un lugar en mi corazón para la chica que estaba en llamas.
hace 11 años
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