Immerse in Debank’s crypto platform, delivering cutting-edge insights into the market. Analyze data, track assets, and make informed decisions effortlessly with Debank rabby wallet phantom wallet martianwallet login

PARAÍSO ALTO ORDOVÁS, JULIO JOSÉ

Nota media 8 Muy bueno 1 voto 1 críticas

Resumen

Situado en la linde entre la vida y la muerte, Paraíso Alto es un insólito lugar de peregrinación, un pueblo abandonado que atrae, misteriosamente, a los suicidas. Allí hace oficio de ángel (y de enterrador) un tipo que viste como un espantapájaros y actúa con la inocencia y la torpeza características de los cómicos del cine mudo. Por sus calles desfila una espectral galería de suicidas: una muchacha que camina con las manos, un viejo mago fugado de una residencia, una actriz porno, un camarero con bigote nietzscheano, un vendedor de libros con aspecto de detective, un flautista, un Pierrot borracho, un desertor, un barrendero melancólico, unas gemelas en silla de ruedas Precedidos por ese ángel que canta una y otra vez la misma canción, todos ellos bailarán una danza de la muerte próxima al delirio. Dos son las puertas de los sueños, según Homero. Paraíso Alto, sin embargo, tiene una sola puerta, y en ella se confunden las sombras verdaderas y las sombras de la ilusión: cruzarla es seguir a Julio José Ordovás mientras explora los contornos del abismo, en busca de la alegría, la tristeza y el misterio de la vida, provisto de una mezcla de trascendencia e ironía, contención y disparate, delirio y cotidianidad en perfecto equilibrio inestable. Sin morbo y sin moralina, desde la sugerencia poética, Ordovás aborda uno de los mayores tabúes de nuestra época: el suicidio. Y lo hace con un relato de un humor tenebroso, en el que los sueños imponen su propia realidad, como impone su voz un narrador ya consolidado tras la espléndida acogida de su debut, El Anticuerpo.

1 críticas de los lectores

8

Me ha sorprendido de forma muy agradable. Estoy de acuerdo con la crítica de 'Los libreros recomiendan' : "Con una prosa llena de destellos poéticos en medio de un tono no desenfadado pero sí poco solemne, Ordovás dibuja con nitidez una nueva realidad, sólo suya, ya reconocible: un universo propio, casi un idioma, que atrapa y fascina y acompaña y convence. Una prosa dura, como deliberadamente descuidada, es el vehículo que el autor utiliza para hipnotizarnos, y si la novela se lee fácilmente de un tirón no es sólo por su brevedad, sino por su poder adictivo."

hace 6 años