Me resulta complicado encontrar palabras para describir esta novela. Es una historia a la vez tan surrealista y fascinante que aún me tiene anodada. No diré nada de las diversas tramas y subtramas, creo que con la sinopsis que viene en el libro, o mejor sin saber nada de antemano, es suficiente. Es una de las lecturas que más me ha sorprendido últimamente.
La novela, que nos sitúa en la República Dominicana, empieza con dos historias paralelas que se acabarán desdoblando a la vez que sus personajes, algunos de los cuales viven al mismo tiempo en varias dimensiones, o más bien en momentos temporales distintos, en 2027, finales del siglo XX e incluso en la época de los bucaneros.
De difícil clasificación, aúna elementos futuristas y distópicos, y aborda temas tan diversos como los cultos afroantillanos, el sexo y el cambio de sexo, Goya y el arte en sus diversas facetas, la vida de los bucaneros y la preservación del medio marino.
También destacaría la riqueza del lenguaje, que no sé cómo describir: autóctono, dominicano, caribeño… y con bastantes palabras en inglés; no obstante, la narración fluye y se sigue perfectamente. No sé si será una lectura para todos los gustos, pero sí pienso que es de esas que hay que leer de un tirón o casi, para no perderse en los vericuetos de la trama.
La autora crea un mundo original y extravagante en esta novela “apabullante” (como indica la sinopsis). Rita Indiana ha sido todo un descubrimiento que no pienso dejar escapar y de la que espero leer algo más.