Espléndida narrativa, como todas las novelas de Paul Auster pero, como también suele habitual en sus novelas, tiene unas "disgresiones" que hacen que la línea narrativa se vea alterada, con componentes absurdos (la niña de nueve años, a la que le echa su madre de casa, y viaja sola, pero que luego se echan de menos...suena ridículo; y algún otro ejemplo más, que rompe la línea argumental de manera inverosímil). La novela se deja leer con agrado, pues la historia de Nathan que va a su particular cementerio de elefantes (Brroklyn) es buena y sus reflexiones, brillantes. Pero le falta un punto que culmine la brillante historia.
hace 9 meses