Cuando cree que su vida se acerca al final, y después de una serie de sucesos poco afortunados, Nathan Glass, el protagonista y narrador de la novela, regresa a Brooklyn, donde nació 59 años antes. Nathan es un hombre solitario cuya ocupación principal, a parte de las pequeñas rutinas diarias, es escribir un libro donde recopila anécdotas sobre sí mismo o sobre conocidos. Pero su situación sufrirá una progresiva transformación, primero con el reencuentro inesperado con su sobrino Tom, del que hacía años que no sabía nada, y luego involucrándose en la vida de diversos personajes, a cual más peculiar, que cambiarán su perspectiva de la vida.
Auster es un maestro creando personajes y tejiendo historias, y esto es lo que consigue, una vez más, en estas “Locuras de Brooklyn”. Escrita con un lenguaje claro y sencillo, durante la lectura una tiene la sensación de sumergirse en las mil y una historias que protagonizan sus personajes, en una trama que tiene su lado dramático, pero que también tiene su parte humorística y que contagia una visión optimista de la existencia.
Me gusta mucho este escritor, por lo que no puedo más que recomendar esta novela, el entretenimiento está asegurado.