Érase una vez en la isla de Creta el minotauro, un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro, que vivía en un laberinto y se nutría de la sangre de los jóvenes que le eran entregados en sacrificio... Eso cuenta la tradición, pero Martín Garzo tuerce los hilos de la leyenda para darnos su versió...