Sus notas

AFRICANUS. El hijo del cónsul POSTEGUILLO, SANTIAGO

A finales del siglo III a. C., Roma se encontraba al borde de la destrucción total, a punto de ser aniquilada por los ejércitos cartagineses al mando de uno de los mejores estrategas militares de todos los tiempos: Aníbal. Su alianza con Filipo V de Macedonia, que pretendía la aniquilación de Roma c...

Nota de Carlos Aurensanz
Nota media: 8,46 Muy bueno 1.439 votos 196 críticas
Votado el 27-08-2009
BANU QASI. LA GUERRA DE AL ÁNDALUS AURENSANZ, CARLOS

Segunda entrega de la saga ya iniciada con Banu Qasi. Los hijos de Casio que retoma la narración de los acontecimientos protagonizados por el clan muladí que da nombre a esta historia. La Frontera Superior del Ebro, donde los descendientes del gran Mūsa ibn Mūsa retoman el camino de la rev...

Nota de Carlos Aurensanz
Nota media: 8,16 Muy bueno 19 votos 8 críticas
Votado el 23-11-2013
BANU QASI. LA HORA DEL CALIFA AURENSANZ, CARLOS

En los albores del siglo X, la península Ibérica se en­cuentra dividida entre los reinos cristianos del norte y el emirato de Córdoba en el sur, lugares donde se desarrolla esta historia. Atrapados entre ambos, el clan de los Banu Qasī, ya en horas bajas, defiende a sangre y fuego su posesión m...

Nota de Carlos Aurensanz
Nota media: 8,21 Muy bueno 14 votos 2 críticas
Votado el 23-11-2013
BANU QASI. LOS HIJOS DE CASIO AURENSANZ, CARLOS

Mūsa ibn Mūsa estaba destinado desde su nacimiento a gobernar y dirigir a su pueblo en la agitada región de la Marca Superior, durante el siglo IX de nuestra era. Junto al caudillo árabe, dos de sus coetáneos comparten el protagonismo: por una parte Íñigo Arista, hermano de madre de Mū...

Nota de Carlos Aurensanz
Nota media: 7,83 Muy bueno 41 votos 13 críticas
Votado el 02-10-2011
BAUDOLINO ECO, UMBERTO

En una zona del bajo Piamonte donde, años después, surgirá Alejandría, Baudolino, un pequeño campesino, fantasioso y embustero, conquista a Federico Barbarroja y se convierte en su hijo adoptivo. Baudolino fabula e inventa, pero, casi milagrosamente, todo aquello que imagina genera Historia. Así, en...

Nota de Carlos Aurensanz
Nota media: 6,33 Bueno 121 votos 3 críticas
Votado el 27-08-2009
CHAMÁN GORDON, NOAH

Escocés y vástago de una familia que ha practicado la medicina a lo largo de generaciones, el doctor Robert Judson Cole debe dejar su devastada tierra por razones políticas y emigar a las nuevas tierras de América, tras llegar a Boston y trabajar con el eminente cirujano Oliver Wendell Holmes, segui...

Nota de Carlos Aurensanz
Nota media: 7,03 Muy bueno 890 votos 43 críticas
Votado el 27-08-2009
CINCO HORAS CON MARIO DELIBES, MIGUEL

Nueva edición de un gran clásico de las letras españolas en el año del 90 aniversario de Delibes. Una mujer acaba de perder a su marido y vela el cadáver durante la noche. Sobre la mesilla hay un libro –la Biblia– que la esposa hojea. Va leyendo los párrafos subrayados por el hombre que se ha ido pa...

Nota de Carlos Aurensanz
Nota media: 7,42 Muy bueno 656 votos 45 críticas
Votado el 29-08-2009
EL AÑO DEL DILUVIO MENDOZA, EDUARDO

Mendoza narra el conflicto en el que se ve envuelta sor Consuelo, una monja que administra un ruinoso hospital. Para conseguir la financiación, se dirige al cacique de San Ubaldo de Bassora, aunque todo empieza a complicarse cuando éste la seduce. La invención expresiva constante de Mendoza y su ini...

Nota de Carlos Aurensanz
Nota media: 6,42 Bueno 122 votos 10 críticas
Votado el 29-08-2009
EL BARÓN RAMPANTE CALVINO, ITALO

Cuando tenía doce años, Cosimo Piovasco, barón de Rondó, en un gesto de rebelión contra la tiranía familiar, se encaramó a una encina del jardín de la casa paterna. Ese mismo día, el 15 de junio de 1767, encontró a la hija de los marqueses de Ondarivia y le anunció su propósito de no bajar nunca de...

Nota de Carlos Aurensanz
Nota media: 7,81 Muy bueno 161 votos 10 críticas
Votado el 29-08-2009
EL CABALLERO INEXISTENTE CALVINO, ITALO

La voz del caballero Agilulfo llegaba metálica desde dentro del yelmo cerrado, como si no fuera una garganta sino la propia chapa de la armadura la que vibrase. Y es que, en efecto, la armadura estaba hueca, Agilulfo no existía. Sólo a costa de fuerza de voluntad, de convicción, había logrado forjar...

Nota de Carlos Aurensanz
Nota media: 7,86 Muy bueno 49 votos 0 críticas
Votado el 29-08-2009
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