Me gusto tanto que ya lo he leído 2 veces.
Salinger consigue que cualquier lector pueda identificarse con el protagonista, Holden. Pero lo mejor, es que Holden esta atravesando una crisis juvenil en la que encima tiene que tratar con un entorno que no es nada favorable.
En su sueño, Holden explica que se siente como un guardian en un campo de centeno, en el que muchos niños van cayendo por un precipicio y el trata de cogerlos a todos pero no puede.