Preciosa novela corta en donde el dramatismo tiene un especial papel para acabar resaltando cualidades especiales. Está estructurado en torno al ajedrez debido a la relación que tienen los personajes con este juego, pero me gusta verlo más como un retrato psicológico y complejo de un jugador bastante especial. Ecos a la época del nazismo también se vislumbran con una crítica mordaz, de hasta donde puede llegar el desprecio humano. Muy bueno y digno para leérselo de un tirón.
hace 10 años