¡¡¡Pero que descubrimiento he hecho con esta novela!!! no me esperaba que me gustara tanto, he disfrutado como una enana!!!. Además me acabo de enterar que es una trilogía. En esta novela hay intriga, música, literatura, amor, humor, psicología, mucho sentimiento, muy buen ritmo de acción, y un estilo de narración directo, sencillo, que me ha llegado de pleno y no he podido desengancharme de sus páginas. Los personajes son muy buenos, algunos entrañables, y otros no tanto, pero todos son muy interesantes. Lo que más me ha gustado del libro es que desde el primero momento sabes quién es el asesino, y por un lado lees lo que hace y lo que piensa, y por otro, lees las pasos que va siguiendo la policía para encontrarle. Así que el lector lo sabe todo, aunque hay algunas sorpresas. La trama está bien construida, se nota que desde la primera página el autor sabía qué rumbo tomar. Es una novela muy cinematográfica, las imágenes que el autor nos transmite son nítidas, precisas, al menos esa ha sido mi sensación. Creo que se puede hacer una buena película. Si la vais a leer os recomiendo que vayáis a la página del autor: http://perezgellida.es/memento-mori, dónde podréis ver los ambientes en los que sucede la historia, y escuchar las canciones que van apareciendo en la novela, hay un listado de ellas también al final del libro, con las letras y las letras de los poemas que también aparecen en el libro.

Novela entretenida, sin más. Para mi gusto, hace un uso excesivo de las expresiones en latín. Me ha resultado un poquito pedante. No creo que siga leyendo a este autor.

Mal escrito, sin recursos estilísticos, los personajes son planos y se comportan en base a clichés... Un despropósito de libro, vaya.

Tiempo hace que no devoraba con tal desenfreno una novela y sin resuello que me ha dejado la trepidante carrera que he corrido por las calles de Valladolid a ritmo de música “indie” y alcohol. Lo primero que he agradecido mucho es un policía de verdad, que no tiene ningún tipo de trauma ni fantasma del pasado más allá de lo normal y que aunque es intuitivo e inteligente se las ve realmente canutas. Lo segundo es un psicópata tan bien perfilado, tan brutal. Bebiendo gin tonic, esnifando coca, eufórico, cantando a pleno pulmón sus canciones favoritas, bailando de forma desenfrenada, uf! es escalofriante. Y lo tercero, un escenario cercano y real (y eso que nunca he estado en Valladolid), una banda sonora de fondo que viene que ni pintada y que hay que pararse a escuchar para que la historia te cale hasta el tuétano y unas imágenes impactantes, perturbadoras. Esto se une a unos personajes secundarios y no tan secundarios perfectamente definidos y muy interesantes. El autor escribe muy bien, sabe jugar con el lector, usa de maravilla todos los recursos de la novela negra, maneja a la perfección tanto el lenguaje pedante y “cultureta” del asesino, el soez de la policía o de los amigotes viendo un encuentro deportivo, el casi críptico de los hackers, hasta los discursos políticos y sobre todo maneja los ritmos de forma trepidante, no te deja ni respirar. Para ser honesta, también cae en algún topicazo pero son perdonables para una primera novela. Dos cosas que se me quedan por hacer, una zamparme la segunda parte cosa que haré en breve y dos recorrer los casi 550 km que me separan de Valladolid para tomarme un gin tonic en el Zero Café. Muy buena lectura.

Una FLOJA historia sobre el manido asesino en serie. Suscribo totalmente los comentarios de Nando Rod en cuanto que es EXAGERADO casi todo lo que ocurre en la novela. Un asesino sociópata y psicópata (casi nada) pero que al tiempo es experto en un montón de áreas a cual más dispar. Y un ritmo extremadamente bajo, con el autor entreteniéndose y aburriéndome ante cualquier detalle que a él le parece significativo. Total, que se me han quitado las ganas de leer otro libro suyo

La verdad, me ha costado terminarlo, me resultó un tanto lenta y aburrida su lectura. No me despertó interés , a pesar que pensé que , dado el tema, iba a ser algo "jugoso" de leer

Diría que se puede considerar una novela negra bastante aceptable. Tiene carácter, quiere ser original y la primera mitad del libro convence. En la línea de algunos otros comentarios, yo también creo que la calidad va de más a menos ya que, a partir de cierto momento, el autor acelera el ritmo y la historia pierde consistencia. También coincido en que algunos personajes y las relaciones que se establecen entre ellos resultan no demasiado creíbles, y el abuso de la música termina por dar pereza. Una lectura entretenida y a otra cosa.

Leí este libro por recomendación de una amiga y he de decir que me ha decepcionado bastante. Cuenta la historia de un asesino en serie y de la "carrera" por atraparlo. No se si es por las descripciones de las cosas más dispares que me sacaban absolutamente de la historia, con capítulos que una vez terminado el libro sigo sin entender a qué venían, o porque queriendo ser rompedor es tremendamente previsible, pero el libro no me ha gustado mucho.

La palabra es Exageración; y es una pena porque el autor ha trabajado a fondo cada aspecto de la novela. Incluso, durante los dos primeros tercios, esos elementos exagerados no influían demasiado en la lectura, que discurría ágil y entretenida. Sin embargo, en el último tercio de la historia, Pérez Gellida pisa el acelerador y, en mi opinión, derrapa. No me parece necesario intentar dejar asombrado al lector cada dos páginas para conseguir una buena novela negra. De hecho, esta podría haberlo sido y no lo fue precisamente por esa tendencia del autor hacia la exageración. Es exagerado, en primer lugar, el diseño del protagonista, experto en sistemas de seguridad informáticos, en poesía, en música, en vinos y licores, en filosofía, en mitología, en toda cuanta disciplina se le pueda ocurrir a uno: una especie de malvado hombre del renacimiento. Es exagerada, sin duda, la caracterización de los inspectores de policía, todos ellos mimetizando el perfil habitual del género: divorciado, alcohólico, sarcástico y de vuelta de todo. Exageradas son varias de las relaciones que se gestan a la velocidad del rayo, como por ejemplo, la de Sancho con Martina o la del propio Sancho con Carapocha. Exagerado, o en realidad inverosímil, es el papel que se le hace jugar al tal Bragado. Exagerado es el recurso a las metáforas que, y eso es para gustos, me han parecido en general demasiado simplonas y/o rebuscadas. Y completamente exagerada y completamente inverosímil es la escena final donde nos espera una mayúscula sorpresa en cada esquina. Lo dicho, pudo haber sido una buena novela negra pero se quedó en un pastiche. Espero que en las entregas siguientes, el autor haya moderado algo sus impulsos narrativos.

Para mí ha sido todo un descubrimiento. No soy de novela policiaca y sin embargo me atrapó. Las transcripciones de las letras de canciones decidí obviarlas pues sentí que me hacían perder el ritmo de la narración. Buena presentación de los personajes que mantienen al lector interesado en la historia. Seguiré con la segunda parte, a ver qué tal.

Me encantó, engancha, sobre todo si conoces Valladolid.... porque recorres sus calles y algunos bares.

La historia está bien, el final es casi de infarto, pero en algunos casos no sabía si estaba leyendo una novela o una guía turística de Valladolid, a mi los lugares me suenan, pero a quien no le resultará un peñazo. Con conversaciones sobre temas que poco tienen que ver con la historia, me ha arrancado del hilo principal en varias ocasiones, haciéndome perder el interés por continuar.

Es un primer libro ágil y entretenido. Personajes con garra y que te sumergen en la trama. Me sobra el uso excesivo de las letras de las canciones, pero me parece original. A mi me ha convencido para leer el segundo.

Me ha gustado en términos generales, sobretodo el principio. De vez en cuando se dispersa un poco en anécdotas y pensamientos que te evaden un poco de la investigación y se hace pesado. El autor consigue plasmar una atmòsfera especial que envuelve la obra. El final y los últimos capítulos me hacen bajarle de nota ya que no mantiene el suspense del principio.

Una novela entretenida sobre el sobado tema del asesino en serie carismático . Quizá, sobre todo en la primera mitad, se hace un poco pesada y lenta además de abusar el autor de los comentarios sobre grupos, cantantes y letras de canciones que le gustan, aunque nos las sirva con la excusa de que son los gustos del protagonista. El "final" no me ha convencido y si hubiera sabido que estaba ante una serie quizá me lo habría pensado antes de empezar a leerla.

Primer libro de una trilogía escrita por César Pérez Gellida que trata sobre un psicópata y sociópata. Conocemos desde el primer momento la identidad del psicópata, de tal manera que el autor nos hace entrar en su mente y nos hace caminar con él. Es interesante, destaco el personaje del inspector Ramiro Sancho. Nuestro psicópata es además melómano y nos muestra en todo momento la música que escucha con sus letras, lo que hace que además sea una novela sonora.

No soy muy de novelas policíacas, pero he de reconocer que ésta me ha tenido enganchado de principio a fin. Me encantan sus personajes. Y me encanta que la trama se sitúe en Valladolid. Deseando leer la segunda parte.

Me ha parecido muy entretenido, al comienzo pensé que no me iba a gustar, pero le di otra oportunidad y terminó encantándome!

El final me pareció previsible y ello le priva a mi ex-jefe de llevarse un 10. Recuerdo como de pequeño el gran Juan Madrid y Toni Romano me acercaron al Madrid castizo; y creo que César puede acercar al mundo a lo que es la Castilla profunda. Hay quien lo considera un coñazo pero yo valoro las novelas con temática social que de una u otra manera nos ayudan a los pobres a evadirnos y trasladarnos a otros mundos como Malasaña, Borne, el París castizo.. y en este caso Valladolid. Creo que puede ser precioso para quien no es de Valladolid; porque después de leer Memento Mori puede sentirse como uno más de la ciudad. Está muy bien caracterizada la policía de Valladolid; en especial el tal Travieso; pero también Bragado, Sancho o Matesanz e incluso los subalternos. El personaje de Augusto es una genialidad; de existir un psicópata así sería en Valladolid. También es una genialidad la señora Corvo. El tirado argentino... incluso la breve reseña a la inútil de la madre biológica. La discusión entre Sancho y Corvo sobre la vergüenza del alcalde que tenemos le da el brío sociológico que más caracteriza a Pucela. Es una oportunidad de dar a conocer una de las ciudades con más personalidad del estado español... La ciudad y yo creo que el mundo está en deuda con el señor Gellida por esta obra. Pienso yo.

Entretenida. Es el primer libro del autor así que me consta que tiene mucho margen de mejora y así lo deseo. Se lee rápido, sin complicaciones, no exige mucho del lector, y tampoco le aporta demasiado.