Diosmediante Malaspina, también conocido como el Niño de Luto, es un hombre refinado que esconde los tesoros familiares en su casa de La Habana. Tras la visita de Juan Pablo II a Cuba, Angelo Ferri, ex cocinero del Papa, se queda a vivir en la isla para abrir un restaurante; su socio de bisnes será un ex brigadista rojo llamado Mauro Manfredini. En torno a estos y otros muchos personajes (una mujer que conoce todos los secretos de la isla, un prelado muy activo políticamente, la viuda de un héroe de la revolución…), J. J. Armas Marcelo construye una obra en cuyo centro hay un robo y un crimen sin resolver; una novela, en palabras de su autor, «surrealista, kafkiana e histórica» un relato coral donde cada personaje tiene al menos dos caras, y donde por encima de todo se yergue como una sombra el Hombre Fuerte, representación del poder y el control absoluto en una isla abandonada a su suerte.