Un shojo diferente a lo usual. Uno fácilmente se identifica con los personajes, ya que todos alguna vez nos hemos sentido gatos callejeros. Muy humano, y aunque al final, como buen shojo, todo acaba bien, no es el final ni el desarrollo habitual de la historia de este género, uno se da cuenta de que es un desarrollo bastante auténtico de la historia. No se como explicarlo mejor, quiero decir que si son cosas que pueden pasar en realidad, y que uno ve que es el desarrollo que tendría en la vida real...
hace 10 años