Imre Kertész, explicita, lo cuán adaptable y resiliente, la raza humana, puede llegar a ser, logrando, soportar las peores atrocidades, como, el encarcelamiento, las humillaciones, las torturas, físicas y psicológicas, se adaptando a ellas, creando un vinculo, impuesto por la rutina y la fuerza, que al ser roto, desencadenará un choque, en el sentido del orden, de dichas personas, inmersas en ese terrible contexto, y tristemente, ellas extrañarán su antigua condición. Es triste, pero en esos casos, se ocurre inevitablemente, una trágica inversión de valores, y cuándo las personas que vivieron esos hechos, lo narraren a otras personas, ajenas a ese contexto, serán tristemente juzgadas y rotuladas, por no percibieren, las atrocidades de cuales fueran víctimas.
hace 6 años