Es el tercer libro de Murakami que leo, después de “Tokio Blues” y “1Q84”, y de momento es el que más me ha gustado. Se desarrollan dos historias, por un lado la de Kafka Tamura, un joven adolescente que abandona la casa de su padre sin planes concretos y que terminará viviendo en una antigua biblioteca, en la que trabajan Ôshima y la señora Saeki, personajes poco corrientes que le ayudarán en la búsqueda de su camino en la vida. Por otro lado tenemos a Satoru Nakata, que sufrió un extraño “accidente” en la niñez tras el cual perdió parte de su capacidad cognitiva y en cambio puede hablar con los gatos. Ahora, ya anciano, parece que tiene un objetivo que cumplir, en el que le ayudará Hoshino, un joven camionero. Aunque en apariencia ni las historias ni los personajes tienen nada que ver entre sí llegarán a entrelazarse. La novela contiene, como en otros libros del autor, elementos fantásticos e incluso un mundo paralelo. Los capítulos de las dos tramas se intercalan y captan totalmente la atención, haciendo muy amena la lectura.
La historia es apasionante, con personajes bien perfilados y muy interesantes. Me ha gustado mucho, en especial ese mundo tan particular de Murakami en que fantasía y realidad se mezclan acertadamente. Es una novela extensa (mi edición, de bolsillo, tiene más de 700 páginas) pero, en mi opinión, muy buena y recomendable.
hace 10 años
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