Debo decir que esta segunda parte rompe por completo todas los esquemas establecidos sobre que las segundas partes no son buenas, que son más flojas, más sosas o peor hechas...etc ¡todo lo contrario esta vez! aquí Murakami le añade más ritmo y más misterio e incluso acercándose hacia el final más fantasía. Fantasía de la suya, de la creada por él y que todos los fans de Murakami bien conocemos y adoramos porque es su distintivo, su esencia. Nos envuelve en un mundo creado sutílmente en la primera parte y nos introduce en él suavemente, sin enredarnos totalmente en él y nos vemos obligados a conocer unos personajes muy peculiares y abstractos que forman parte de la vida del protagonista añadiéndole ese toque filosófico y mágico que ya pensábamos que no ibamos a disfrutar en esta bilogía. Esta segunda parte me reitero es fantástica y maravillosamente trazada y con un desenlace perfecto.
hace 6 años