No sé por dónde empezar. William Faulkner es un escritor de prestigio, premio Nobel de Literatura. Opino como aficionada a la lectura, no podría hacerlo de otra manera. No me ha gustado nada el libro. Las dos primeras partes me han resultado muy difíciles de seguir (sobre todo la segunda), he tenido que leerlas dos veces y aún así hay cosas que no me han quedado claras. La tercera y la cuarta han sido mejores en ese sentido, pero no me ha gustado la forma de contarlas. Tampoco me ha resultado interesante ni agradable ningún personaje del libro, creo que por eso la historia de la familia Compson no me ha llamado la atención. Soy de la opinión de que un libro debería comprenderse en la primera lectura, puede ser que debas detenerte en alguna frase o algún párrafo que conlleve un poco de dificultad, pero páginas y páginas, me ha parecido excesivo. No sé qué hubiera sido de mí sin algunas pequeñas pistas que encontré en internet y a pesar de ellas me ha sido difícil seguirlo.

Antes que nada, creo que es de recibo confesar que esta es, sin ninguna duda, la novela más difícil que he leído. Uno comienza su lectura, y al de poco se percata de que no comprende apenas nada de lo que lee. La lectura de El ruido y la furia consiste en sumergirse en el maremágnum de entre sus páginas y confiar en que será capaz de ir uniendo cabos y desentrañar el misterio que parece constituir su argumento. Un argumento dividido en cuatro capítulos, cada uno narrado por un personaje distinto. Faulkner se muestra simplemente extraordinario en transcribir el pensamiento de cada uno de los personajes que llevan las riendas de la narración, adaptando la historia tanto a la voz de un discapacitado mental como a la de un joven con una psique terroríficamente convulsa. Lástima (o no) que uno solo sea plenamente capaz de admirar dicha versatilidad al final de la novela, pues durante buena parte de su lectura todo es caos. No, la novela de Faulkner no es, en absoluto, una narración convencional. Por si esto fuera poco, carece de un planteamiento inicial y de un desenlace sorpresivo. Aun así, es una novela que se puede disfrutar. Un disfrute en lo dramático, eso sí, pues es imposible empatizar con casi ninguno de sus personajes y el realismo con el que los pinta Faulkner hace que su desgracia compunja, y mucho, por momentos. Pero la literatura, del mismo modo que la vida, es así. Si no, solo se leería novela rosa.

La sorprendente aparición del "Ulises" de James Joyce en 1922, hizo que muchos escritores se subieran a ese nuevo carro y se plantearan el abrir nuevas vías de experimentación en el arte de la narrativa. "El ruido y la furia", de William Faulkner (1929) es uno de los más claros ejemplos de ello. Monólogos interiores, saltos cronológicos, fragmentos en tercera persona, elipsis, pasajes o párrafos en los que las normas ortográficas se diluyen por la desaparición de puntos y comas... En fin, un camino abrupto y dificultoso, a modo de fogonazos afiebrados, que sólo te atrapa si tienes una enorme paciencia con su lectura y un gran poder de concentración. Faulkner se apropia como una fiera felina de ese Sur sombrío, decadente, y descompuesto. La familia Compson y sus sirvientes son meras marionetas ajadas por la desmesurada fuerza del vendaval. Deficiencia mental, tortura, repudia, cinismo, falsedad... Una degradación en grado sumo, hacia la destrucción más absoluta de lo ético o lo moral. Tremenda. Obra maestra de la literatura, de una de las figuras más relevantes de la "Lost generation" norteamericana.

Me resultó una auténtica insulsez, muy pesado y denso, aunque lo terminé me resultó bastante infumable, no estoy segura que vuelva a leer nada más de este escritor, por lo menos por el momento.

Obra maestra, pero para leerla tienes que creer en ella. De lo contrario, la misma obra te obliga a que la abandones.

Si según Azorín "una obra será tanto mejor cuando con menos y más elegantes palabras haga brotar más ideas", quien embrolló el destino individual con ese del Sur esclavista, hasta tal punto trastornando espacio y tiempo que ha de enmendarse en un apéndice, este amontonador de truculencias alcoholizado debió ser de la nómina literaria despedido, como de tantos otros empleos. A un emborronador que sostiene: "No se debe leer a Freud porque Shakespeare no lo hizo", se le vuelve contra sí mismo su inepcia.

Al principio me costo un poco pero algo me decía que tenia que seguir leyéndolo y conforme avanzaba me di cuenta porque esta novela es especial y única en el mundo literario...si queréis averiguarlo leerla.La recomiendo.

Como dice Fletcher obra maestra pero debes creer en ella o la dejas abandonada, excelente referencia. No es para todo tipo de lector, yo que me considero buen lector tuve que pedir ayuda en un par de capítulos leyendo referencias y comentarios de otros sobre la novela. Al final la sensación de haberla terminado te satisface pero no es un libro fácil de leer.

CUALQUIER ESCRITOR REFLEXIVO AL QUE NO LE TERMINAN DE CUAJAR SUS IDEAS EN LOS BORRADORES LOS REHACE; SALVO ESTE QUÍDAM (AL MENOS ADMIRADOR DE SIMENON), QUE LOS REPARTE ENTRE TRES PERSONAJES Y SÍ MISMO, PONIENDO LA HISTORIA EN BOCA DE UN DEFICIENTE. CAMPAN EL DESORDEN CRONOLÓGICO Y LAS LAGUNAS EN LA ANÉCDOTA, QUE LOS ENGOLADOS LLAMAN "ELIPSIS", PUES SE PRETENDE ORIGINAL EL REMEDADOR DE MELVILLE INSOLENTANDO AL LECTOR.

Otro de esos clasicos de obligada lectura que se me atragantan. No pude terminarla, por incomprensible y pesada

Excelente retrato de la familia Compson, cada narracion de cada capitulo realizado por un determinado personaje, enriquece la historia en si. Novela para leer muy atento, y asi ir descubriendo a medida que avanzan las paginas la trama total. Altamente recomendable.

Voy por el capítulo 2. PAra mi, difícil de leer, y de entender, lo bueno es que prestas mucha atención para no pasar desapercibido ningún detalle que te permita hilar la historia....Espero que cambie, si no... Acabo de terminar el libro. Al final se entiende toda la trama q efectivamente durante los 2 primeros capítulos es imposible, por la manera en la que está escrito. Para ser difícil de leer al principio, me ha enganchado esa forma de escribir, ya que me producía esas ganas de querer entender todo con las pinceladas q el autor iba dando. No es una lectura fácil en mi opinión, pero es recomndable.

Qué duda cabe que se trata de un libro muy difícil: la máxima expresión de la novela experimental de Faulkner con los varios narradores, saltos en el tiempo y, sobre todo, el monólogo interior. En la primera parte cuesta posicionarse pero la segunda es todavía más compleja y la tentación de abandonar es evidente. En cambio, a partir del tercer capítulo, todo se vuelve más inteligible y, aunque seguro que me he perdido cosas, uno termina por comprender las líneas principales, lo que permite acabar la novela con mejores sensaciones.

Gran narrativa de la literatura contemporánea. Un clásico que hay que leer para comprender los temas y estilos del siglo XX. Drama que se mete en la vida del lector y que nos conduce hacia mundos fascinantes tanto del contexto social como de la mente.

Sudores frìos he padecido al inicio de esta novela,he estado màs desubicado que paquirrìn en una biblioteca ,es un despropòsito linguistico nivel Dios,pero como todos los afluyentes,llevan a un rio y este al mar,un mar enbravecido ,oscuro,profundo pero a la vez inmenso,bello y real donde disfrutar de una meta como esta merece realmente la pena.