Este libro quedó muy lejos de mis expectativas, pasé años queriendo leerlo y al final no dejó incompleta.
Para empezar debo decir que no debería llamarse Doña Bárbara si no Santos Luzardo, la historia rodea a este personaje como sus ideales, metas, sueños, deseos, etc Doña Bárbara aparece como parte o fantasma que debe arrastrar con él, por esto no me gustó la falta de protagonismo del personaje más antagónico e interesante de la novela.
La segunda cosa que no me gustó fue la densidad de la lectura, no es un libro sencillo por si no gustan de este tipo de narrativa.
Lo peor el final, que no contaré porque lo arruino más.