Sinceramente no sé bien qué expresar, quedé pasmada. Mientras leía intercalaban la ira, la impaciencia, la compasión, la melancolía, la tristeza... de verdad no sé que decir, no tengo una opinión concreta sobre la historia, sin embargo cabe halagar la buena narración de Melville, magistral, corta y precisa. Y según el "rumor" del final, pienso que justamente ese trabajo fue lo que convirtió a bartleby en ese fantasma taciturno que reflexionaba por largos ratos observando las paredes. Una obra que deja un gran amargo y una tarea de reflexión. Magistral.
hace 10 años