Lo leí hace muchos años (por primera vez) a raíz de unas charlas sobre utopías renacentistas y futuristas. En Fahrenheit 451, Bradbury nos coloca ante una sociedad dictatorial, con monopolio de los mass-media y de la cultura, o de la no-cultura. Los libros son subversivos, hacen pensar, y hay que quemarlos. Muy interesante su "visión" de los programas de televisión - rollo Gran Hermano, realities, cotileos - que simulan integrar al espectador en el guión y les obligan a permanecer ante la pantalla. Pensad que se publicó en 1953. Realmente visionario.
hace 14 años