Varias granadas silbaron en la calle y estallaron ruidosamente contra una casa. A los gritos de "¡Iván, Iván!", el pánico se apoderó de los nuestros. Restallan los disparos, los hombres se desperdigan, varios se precipitan fuera de los tanques, porque el miedo de morir asado se pega a la piel de tod...