Tres relatos en los que la presencia de lo extraño y horrible acaba por imponer su ley a unas situaciones en apariencia cotidianas.
Koko es un mapa de sangre en Oriente. Es la firma de un asesino. Todos sus crímenes llevan el sello de una mente enajenada, pero también fría, calculadora, detenida en el filo helado de un cuchillo. Esa locura nació en Vietnam, en el escaso espacio vital disponible entre una bomba y otra, entre una...
Y lo que azora al ver a Roberto Zucco en escena no es la presencia de un criminal en el teatro, sino su amoralidad absoluta. Ninguna expiación de sus actos, ninguna expiación pública. Tampoco la idealización sentimental del asesino genetiano. Únicamente la fatalidad que se ensaña con todos los perso...