Gipi, con su estilo despojado, firma un ejercicio de melancolía y nos habla de su padre como quien contara un sueño: enlaza recuerdos desordenados y hace de él un retrato preciso y emotivo.

Una botella en el mar. Dentro, a merced de las mareas, una niña encerrada y versada en la lengua de los peces. ¿Quién no la recogería tras embarrancar en la playa?

Un cuento con fantasma y con sótano, una casa con memoria. Un libro para niños en el que se habla de la muerte: con amor, con ligereza, con una sonrisa.

Como en todas las historias de Gipi, hay aquí personajes pequeños y que parecen perdidos en un paisaje desolado, personajes que aspiran a ser más que meros figurantes y que pelean, a menudo en vano.

Numi intenta identificar un cadáver que quizá sea del padre de Kobi, Gabriel. Pero, ¿quién es en realidad Gabriel? Relato de una búsqueda, Metralla es también una historia de amor narrada con ternura y un humor que no renuncia a las aristas. Rutu Modan consigue con esta novela gráfica que, mientras...

Cinco historias feroces y nocturnas, habitadas por una galería de personajes intensos, ásperos. La fuerza plástica de la puesta en escena de Gipi es abrumadora, y está llena de ideas sorprendentes y que suenan a nuevo.

Meritxell Durán firma una colección de apuntes de tono desolador. Dibujos que parecen hechos por alguien que quiere ver más allá, alguien que quiere ahondar en lo que pueda haber detrás de las apariencias.

El universo de Jack Mircala es colorista y de raíz expresionista. Está cerca de la imaginería de Tim Burton, y su fuerza reside en la naturaleza de sus ilustraciones, resueltas en dioramas de papel y cartón. Aquí entrega una fábula clásica de aire gótico y sabor agridulce.