Hace algún tiempo, el señorito Galán y dos compinches gastaron una broma de muy mal gusto a la solterona de Trevélez: una carta ¿de amor?, dirigida por Galán a Soledad, la criada de los Trevélez, fue desviada de su objetivo y enviada a doña Florita. Exultante, el ama aceptó los requerimientos amoros...