En Padrón hay una casa humilde cuyo nombre es grato al espíritu: la Huerta de la Paz. Allí una niña enfermiza aprende a andar sobre las piedras viejas del jardín y pasa horas contemplando los aleteos de las mariposas. Es Rosalía de Castro, la gran poeta gallega, y esa casa, el hogar al que siempre q...