Aunque contaba siglos de existencia, Anya, la diosa de la Anarquía, no había conocido el placer. Hasta Lucien, la encarnación de la Muerte, un guerrero condenado a llevar a las almas al Más Allá durante toda la eternidad. Él la atraía como ningún otro, y Anya estaba dispuesta a arriesgar cualquier...