Madrid, 1915. El diplomático Enric Mantey aparece muerto en su despacho. La herida de su costado recuerda, para desconcierto de policía y médicos, a la dentellada de un tiburón. Sólo el biólogo y erudito John Baldinger parece capaz de encontrar una respuesta, aunque ello signifique traspasar la fron...