Se llamaba Claire Gravesend. Murió tras caer al vacío y destrozar el techo de un lujoso coche aparcado en uno de los barrios más conflictivos de San Francisco. Lee Crowe, un detective con pocos escrúpulos, encuentra su cuerpo al amanecer y le saca unas fotos para vendérselas a la prensa. A raíz de e...