Totí llega tarde. . . Alguien ha entrado durante la noche en su cuarto y le ha robado su reloj. . . Como cada mañana ha de salir a repartir el icor, esencia mágica que invoca su amo. ¿Habrá sido Micifú? No, no creo. ¿Habrá sido Vlad Burdalack? Sí, quizás haya sido el viejo chupasangre. . . Dicen que...