La idea de la novela no está mal y se lee rápido, es verdad, pero es innecesariamente larga. Es una historia que se podría haber contado en menos páginas. De hecho, al final la resume el protagonista en menos de 20 páginas y uno se entera de más cosas. Además los personajes son estúpidos: o no se enteran bien de cosas que son obvias o cuentan las cosas de manera encriptada sin venir a cuento o no preguntan cuando tienen que preguntar. Al margen de lo mal resuelto que está el tema de la enfermedad de Nola, por ejemplo, el momento de desvelar al asesino recuerda al final de un capítulo de Scooby Doo en el que le quitan la máscara al malo y resulta ser otro, pero vuelve a tener una máscara y es otro y así unas cuantas veces. Vamos, que parece que Joël Dicker ha ido escribiendo la novela según le iban llegando ideas y tratando de justificar lo escrito antes a la fuerza. Puede que lo haya hecho para reflejar cómo lo habría escrito el protagonista Marcus Goldman, pero creo que no lo consigue hacer de manera adecuada. En definitiva, es un libro fácil de leer, que engancha, que crea expectativas, pero que decepciona a medida que va avanzando. Y es una pena porque la idea no es nada mala.
hace 5 años