Opinar sobre una obra de García Márquez siempre te lleva a la reiteración de adjetivos. Poco nuevo puede decirse de una novela escrita por tan genial y particular autor. Toda su literatura está envuelta en una magia inigualable, en un ambiente fascinante donde los personajes parecen levitar en un mundo sacado de una fantasía embaucadora, lejos de nuestra cotidianidad. Es un presdigitador de la palabra, de la imagen envuelta en un halo brumoso de ilusión, nacida de una imaginación inquieta y transmitida con enorme precisión. En esta novela unos simples pasquines, signos inequívocos de la maldad, de las lenguas maledicentes o exponentes de una realidad ya de por sí de todos conocida, viene a poner en el candelero, como un doloroso recordatorio, todo lo que un pueblo rumorea hasta llevarlo a dramáticas consecuencias. Una lectura recomendable para los amantes de la buena literatura.
hace 11 años