Primera aparición del comandante Verhoeven, quien debe enfrentarse a un asesino en serie tan brutal como psicópata. A simple vista, los crímenes parecen inconexos, pero comparten un detalle que el lector atento de novela negra advertirá con placer. Lemaitre rinde aquí un brillante homenaje al género, con un desenlace quizá previsible en su estructura, pero ejecutado con una crudeza que golpea sin anestesia.
Un apunte necesario: el título original en francés es Travail soigné (“Trabajo limpio”), pero los editores optaron por una traducción desacertada que no refleja el espíritu de la obra. Pese a ello, la novela se lee de un tirón, en una tarde, y deja al lector encaminado sin remedio hacia la siguiente entrega.
hace 19 horas
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