No es la típica novela negra nórdica. Como detectives tenemos a unas ancianas, con lo que eso conlleva, despistes, pérdidas de memoria, achaques... Aprovechando un asesinato, la autora nos refleja cómo es ser un anciano en un país como Finlandia, en el que se supone que todo es mejor. Toques de ternura, de humor, tanto negro como blanco, que dejan un sabor agridulce al terminar. La recomiendo para quienes busquen algo distinto.
hace 8 años