La novela se sirve del conflicto guerrocivilista chino para mostrarnos muchos aspectos internos del ser humano.
La lucha a brazo partido entre el Partido Kuomitang y el Partido Comunista, son la excusa perfecta que necesita Malraux para hacer un análisis del hombre en estado de excepción.
La soledad como destino y la dignidad ante la adversidad, son los puntos de encuentro que encajan como las piezas de un puzle en este torbellino bélico.
Se me hizo un pelín densa en algunos momentos.