Ignacio Martínez de Pisón ha vuelto a acertar de pleno con esta maravillosa novela de familia. Su forma de narrar es tan portentosa, que es inevitable quedarse atrapado entre esa inconfundible red de delicados sentimientos, debilidades, emociones y complejos. Los personajes parecen enteramente de carne y hueso; y se deslizan por 30 años de nuestra reciente historia avasallándonos con sus deseos, sus ilusiones, y sus conflictos por encontrarse así mismos. Al más puro estilo Anne Tyler -escritora a la que tanto yo como Pisón admiramos-, desgrana la vida de una familia de clase media que no es ni mejor ni peor que las demás: Una foto instantánea de cotidianidades, vivencias y episodios fraternales, que conducen a la emotividad y la nostalgia. Martínez de Pisón logra con ella reafirmarse como uno de los escritores más talentosos de nuestro país. Desde aquí, sólo me queda darle la enhorabuena.
hace 9 años