Una historia de amor con unos protagonistas fuera de lo común. Me ha conmovido especialmente la primera parte, en la que Jane narra su infancia en un internado, conocemos la tierna relación con su amiga y las duras condiciones de vida a las que se tenían que enfrentar. El resto de la novela se centra en una Jane adulta y convertida en institutriz, así como en su relación con el señor Rochester, para el cual trabaja.
Es un novelón que, a pesar de extenso, no pierde emoción ni interés en ningún momento. Continuamente están sucediendo cosas. La ambientación es magnífica, las descripciones brillantes y con ese poder de trasladarte a los infinitos páramos de Inglaterra, y el lenguaje es bellísimo, tanto como la historia.
El personaje de Jane es memorable, es imposible no amarla, ya que desde pequeña manifiesta una valentía admirable para enfrentarse a lo injusto, es un espíritu libre, un alma rebelde que sorprende y enamora al lector.
En definitiva, una novela de 10.
hace 10 meses
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