1970: Terry, Carl, Billy y Andrew son niños y viven en el mismo cochambroso suburbio de Edimburgo cuando se conocen en los bancos del colegio. 1980: Diez años más tarde reencontramos a los cuatro amigos, ahora ya adolescentes, en el mismo escenario miserable, haciendo novillos en el instituto, consumiendo drogas de todo tipo y convirtiéndose en protagonistas de pequeños episodios de la usual violencia metropolitana: borracheras agresivas, encontronazos con los hooligans, salvajes correrías nocturnas y las primeras experiencias torpes y violentas con el sexo. Novela coral de una vivacidad lingüística extraordinaria, en la cual el humor más venenoso se mezcla con explosiones de rabia y con una tristeza tortuosa, Cola termina con un flash despiadado, el fotograma más alucinado de los tres decenios en la historia de una amistad, en un mundo inexorablemente al margen.