La gran escritora polaca Irena Rey, novelista genial y eminente cuyo nombre suena cada año en las apuestas para el Nobel, acaba de concluir su última obra en casi completo aislamiento. Y ha convocado como siempre a sus ocho traductores —Inglés, Alemán, Francés, Ucraniano, Serbio, Esloveno, Sueco y E...