Adam estaba estancado. Con esta frase comienza la historia del protagonista de este libro que al igual que muchos directivos, asciende rápidamente las jerarquías de una empresa para de pronto darse cuenta de que siente que en lugar de seguir subiendo comienza a declinar lentamente. Decide tomarse un tiempo para reflexionar y dedicarse a su pasión que es la escalada de montañas y su familia. Esta pausa le sirve para reflexionar acerca de cuáles son sus valores y su verdadero potencial. Ayudado por la sabiduría popular de un guardaparque y un albañil, Adam realiza un viaje de introspección que le permitirá recobrar fuerzas y descubrir la verdadera razón de por qué hace las cosas.