En Torrelavega también hubo 'movida'. Fue algo más tardía que la madrileña, más modesta y menos transgresora pero, musicalmente, la década de los 80 pivotó en la ciudad en torno a la conocida como Casa de la Música (actual CN Foto) «cuyo funcionamiento era caótico, pero al menos funcionaba y permitía a los grupos ensayar». Con estos elementos de partida, el torrelaveguense Manuel Quintana acaba de editar su primer libro, titulado 'Torrelavega rock city', en el que propone un recorrido histórico por los grupos de música de aquellos años. El libro, en forma de novela, narra las andanzas de cuatro jóvenes que, a punto de dar el salto a la Universidad, deciden ese verano formar un grupo de rock. En la historia aparecen prácticamente todos los grupos de la época: Senda Blanca, Melopea Intensiva, La Burla, Cirugía, Elvis Strauss, Del Tonos, etcétera. Las referencias a canciones que marcaron la época son constantes. Y se recuerdan los pequeños locales que, hace dos décadas, existían en la ciudad para que los grupos tocaran, como El Albero, El Apeadero o el Parada Bus. La historia acaba, como la de muchos de estos grupos, con la desaparición de la banda y cada joven siguiendo su camino en la vida. «La idea inicial con 'Torrelavega, rock city' era escribir un relato corto, para satisfacer mis inquietudes por la escritura y romper una lanza en favor del rock de los años 80 en Torrelavega, poco valorado, y éste es el resultado», explica Manuel Quintana, aficionado musical y miembro de la asociación 'Diamantes musicales', agrupación dedicada a la promoción de la música, especialmente de la década de los 60. Precisamente esa afición, y la amplia cultura musical que posee, unido a sus experiencias personales, le han servido a este escritor novel para documentar y aderezar un libro que, prologado por Manuel Teira, terminó hace ya dos años y que ahora ha sido editado por Cantabria Tradicional, cuya confianza agradece. Frente al momento dorado que en los 80 vivió el rock en Torrelavega, una ciudad siempre abierta a este estilo musical, quizá por las propuestas de cambio que lleva implícitas, Quintana lamenta que, ahora, apenas existan locales de ensayo y que las iniciativas oficiales para promocionar a los grupos de música sean escasas. Rosa María Echevarría (El Diario Montañés)
hace 3 años