Después de ponerse en la piel de cientos de personajes -como su célebre y aplaudida Carmen Sotillo, en Cinco horas con Mario- que marcaron un antes y un después en su trayectoria, se atreve ahora a contarnos sin atrezzo, en un ejercicio exquisito de sinceridad, humildad y valentía, los pasajes señalados de su vida. Una vida de mil colores que ha pasado haciendo y deshaciendo maletas, en muchos momentos a solas con su soledad, plantando al mal tiempo buena cara. Lo que tiene lo fue ganando paso a paso, dejando por el camino un rastro de fortaleza que alimentaba su condición de mujer en una época difícil para serlo.