Este libro para mí ha sido como realizar un crucigrama, es decir me ha producido el mismo placer que rellenar uno, o casar un rompecabezas. El placer literario lo he obtenido formalmente, como jugar el juego de leer, por su estilo, la riqueza de los términos, los giros originales en la forma. Que no se me malinterprete : No es un libro complicado , tipo Rayuela. Todo lo contrario, es taxativamente simple. A más no poder. Apenas tres ideas gobiernan el relato. Interesantes , actuales, incluso existenciales , tratadas con humor, ironía, sarcasmo y cabreo. ¿El problema? Puede resultar cargante. Muy cargante para sus poco más de doscientas páginas. La historia no daba para más que un relato corto. Sin embargo Lorenzo se dedica en demasiadas páginas a decir una y otra vez las mismas ideas, cada vez con palabras, comparaciones, analogías y metáforas más variadas y diferentes. El problema de esta novela es que en doscientas páginas apenas pasa nada, no hay historia , o la que hay , al estirarla hasta el límite se queda sin sustancia, solo vestida de estilo literario. Lo he acabado subrayando ( con un lápiz) porque me gustaba la sensación de ir por una mina coleccionando piedras bellas, "al César lo que es del César" ( otro lugar común que tanto desprecia Lorenzo) . Pero además porque era la única manera de continuar leyendo y no abandonarlo , como un pueblo castellano deshabitado, a mitad de lectura . Me llama la atención que siendo Lorenzo, también, director de cine , no haya solicitado una revisión crítica a algunos de sus allegados, a modo de "premiere" o test que le dijeran ... "por Dios que no es un largometraje, usa la tijera y deja de mirarte tanto en el espejo de tu capacidad en el lenguaje". Este es un relato corto disfrazado de novela y, dada la forma en que está escrita, parece que estás leyendo a veces textos clásicos del Siglo de Oro español. Hay que releer muchas frases más de una vez. Desde luego ha enriquecido mi lenguaje... ... Pero de ahí a poner este texto tan por las nubes como muchos lectores ... no puedo coincidir demasiado

Es un libro muy divertido pero con un fondo mas serio de lo que parece. Está escrito con un lenguaje muy peculiar, entre barroco y cheli, pero profundizando en la necedidad de soledad ante un paisanaje cada dia mas aborregado, consumista y zopenco. Retrata aquello de "malos tiempos para la lirica".

Un libro que parece escrito por un perroflauta pedante. Se esfuerza tanto en ser original en su escitura y sus expresiones que acabas odiando al escritor, no solo es original sino que al principio parece que quiera ser tu colega para despues afortunadamente dejar ese recurso. La historia no es interesante en absoluto, y la critica social que hace deja mucho que desear. Yo me lo he leido porque era el libro del mes de nuestro club de lectura. menos mal que lo eh acabado ya, No perdais ni el tiempo ni vuestro dinero

Me ha costado bastante este libro, le he dejado y retomado varias veces porque no lograba interesarme. En la historia narrada no pasa prácticamente nada y da la sensación de que el autor repite las mismas ideas para alargarle, eso sí con palabras y recursos literarios diferentes.Me ha parecido un ejercicio literario de experimentación con el vocabulario y el lenguaje en general en el que la trama y el mensaje quedan totalmente desdibujados. No le puedo negar originalidad al autor en su escritura, pero en mi caso no ha conseguido que me guste el libro. A quien lo lea le recomiendo que tenga a mano un diccionario.

Uno de los peores libros que he leído en años. El lenguaje es tan coloquial que muchas veces traspasa la barrera y llega a ser burdo y vulgar. El desarrollo de la historia es bastante malo, o nulo. Los personajes son planos. Mención especial: las faltas gramaticales del autor a lo largo del libro. El autor pretende hacer crítica social pero acaba faltando al respeto a los personajes, insultándolos durante páginas y páginas y convirtiéndolos en seres inferiores, según su superioridad moral. Esto lo hace simplemente por el hecho de que no llevan el mismo estilo de vida que el protagonista, el cual se resume en: no te duches en dos meses, no laves la ropa, usa la misma ropa para dormir y diario, no cambies las sabanas. Un libro muy desacertado que pone de manifiesto lo que es la mala literatura a día de hoy, el todo vale por las ventas.

Tenía grandes expectativas en este libro, pero a mi no me ha gustado; la trama es interesante pero el autor hace un uso del lenguaje recargado que me ha desconectado de la historia en muchas ocasiones... menos hubiera sido más.

una historia que ni vence ni convence. mal narrada ,,... lenguaje burdo y soez y no atrapa en ningun momento. solo pude con la mitad lo deje a medias de lo peor que he leido en los ultimos años

Sencillamente magistral. El libro más hermoso que he leído en mucho tiempo. Hay pasajes tan bellamente escritos que los querrás releer una y otra vez. Además es tremendamente entretenido. La comedia y el drama se fusionan con tal delicadeza que es difícil saber si en algunos momentos Lorenzo nos quiere hacer reír o llorar.

Me gustó mucho, es extraño al principio pero me pareció una rareza maravillosa. Me sentí identificado con el protagonista y a donde el escritor quiere llegar. Aunque me gustó no lo suelo recomendar ya que el estilo del libro no le gustará a todo el mundo, pero si te atrapa no se te olvidará.

Con viñetas, me habría parecido un buen comic de Pepe Gotera y Otilio. Con una cámara, un curioso guion para "Solo en casa 7". Como comedia, no me he reído nada. Como sátira social, la idea ha quedado meridianamente clara: qué guay la vida aislada en el campo, qué basura la loca e hipócrita vida en la ciudad. Lo mejor, ese término de "mochufa" del que podía tomar nota la RAE. Solo me queda felicitar a la editorial por haber conseguido que 30.000 personas hayan leído este libro y que escritores con obra prestigiada hayan permitido publicitar frases elogiosas sobre ella ...

Me ha parecido magnífica y muy recomendable para todos los públicos. Provoca la sonrisa, a veces con momentos hilarantes, y la reflexión sobre nuestras propias contradicciones, porque nos parecerán deplorables algunos comportamientos, que podemos reconocer en parte como propios, pero lo soportaremos porque nos los muestran desde la caricatura y desde una cierta exageración. A mitad de novela aparecen unos personajes, denominados con un término genial :"los mochufas". Las descripciones de estos personajes y de sus comportamientos son ingeniosos y forman una parte imprescindible y la más divertida de la novela.

Novela amena , de lectura ágil, tono desenfadado y gusto por los juegos de palabras y cierta brillantez en el lenguaje, sobre todo gracias a "neologismo" que el autor inventa. Su crítica irónica mueve a la sonrisa. Da para un poquito de reflexión, sin filosofar demasiado. Y aunque el tema y la trama se agoten, la originalidad para ampliar el argumento y el estilo ameno hace que no se tenga la sensación de que sobren páginas.

Un libro diferente, escrito en una prosa curiosa, empleando términos poco habituales en el lenguaje común. Me ha gustado, me ha divertido y le he cogido cariño a Manuel y a su incondicional tío.

Lo primero que quiero decir es que es una novela que te encanta o la odias. Yo estoy en el grupo de los que la han amado. A mí no me parece que tenga un lenguaje burdo, o soez, pero tampoco esperes un lenguaje muy académico. Está escrito sin florituras, cercano y para que guste, y realmente lo consigue porque es muy entretenido de leer. Santiago Lorenzo utiliza durante toda la obra un humor muy fino para hacer una espectacular crítica social: a la precariedad laboral, a la especulación inmobiliaria (alquileres abusivos para pisos de tamaños reducidos), a la ley mordaza, al consumismo irracional... (el colmo: ese portarrollos que te calienta el papel higiénico antes de usarlo). En definitiva, todo ese ruido televisivo y de consumo que tenemos alrededor continuamente y que no aporta nada a la vida. A lo largo de sus capítulos empiezas a identificarte con el protagonista, Manuel, y le coges cariño, no quieres que le suceda nada malo... Hasta que llega ese giro que no te esperas y te das cuenta de eso que tanto temes, y es que eres un asqueroso más. Tremendo Santiago Lorenzo con esta obra. Yo la recomiendo encarecidamente.

Libro original y escrito con un lenguaje peculiar. Es una crítica social al consumismo que impera en nuestra sociedad, y a las paradojas actuales. Supongo que mantiene la tesis de que cuánto menos tienes, menos necesitas. Sin embargo, el hombre es un ser social, el vivir totalmente aislado, sin contacto con otros seres humanos, no me parece que pueda ser muy saludable mentalmente.

Un libro distinto, el autor escribe de una manera muy peculiar que te hace reir en momentos inesperados. El principio y el final me parecieron muy muy buenos. Para la gente que no ha vivido en el campo puede tener partes que son totalmente reveladoras. Lo dicho el final sublime y se agradece que entre gente así en la literatura española.

Me ha parecido un libro bastante original que explora cómo sería apartarse de la sociedad consumista actual y convertirse en un ermitaño en el siglo XXI. Como he leído en otras críticas, el lenguaje narrativo me ha chirriado de vez en cuando, esa mezcla de literatura elegante y lenguaje "macarra" no queda del todo bien, aunque según se avanza el libro se hace uno a ello e incluso se disfruta. Hacia la mitad del libro se echa de menos un poco más de velocidad en los acontecimientos, pero en general me ha gustado: es un libro corto, original, que hace pensar y que perdura.

Como ya se ha dicho en otras críticas, una de las características de este libro es el lenguaje en mi opinión enrevesado y quizás la parte que menos me ha gustado porque no creo que sea necesaria para la historia. El argumento si me ha gustado en un principio , más tarde torna en crítica (aunque no creo que en autocrítica del autor) y concluye creo que con un buen cierre. No lo considero un libro imprescindible pero si que toca un tema de despoblación que nos afecta a todos , y se puede sacar algo sobre el ritmo y la forma de vivir que llevamos en la actualidad.

Me ha gustado mucho. Me ha gustado tanto que, tonto de mi, se me han caído unas lagrimillas al terminarlo, no sé si por alegría o por tristeza. Porque yo también soy un poco asqueroso y un poco mochufa, de esos que no pueden vivir sin microondas o sin zapatillas de marca, pero no tanto como para no ver en Manuel a un héroe, y sentir un poquito de envidia. Y me he reído mucho. Sobretodo al verme reflejado en alguno de los personajes que desfilan por la novela, a los que el autor pone de vuelta y media. La risa es un buen antídoto contra la locura. Terrible y genial.

Nada que ver con la narrativa habitual, nada que ver con historias convencionales; es una excelente novela "alternativa", que nos cuenta la huida precipitada (luego, voluntaria) de Manuel, quien por una serie de circunstancias se ve obligado a marchar. Es una sátira contra la sociedad, un divertimento sobre la vida y un elogio a la libertad; todo ello construido con un lenguaje innovador, no acorde con las corrientes "puristas" de la literatura. Muy recomendable aunque es una novela que puedes amar u odiar, sencillamente es diferente. Excelente.