Este libro no se centra en los regímenes tiránicos que gobiernan pistola en mano donde el estado es inequívocamente una fuerza malévola y no hay cabida para el mínimo acuerdo. No trata de Zimbabwe ni de Corea del Norte o Birmania. En estos países no existe un pacto entre el gobierno y el pueblo, sino un mero instinto de supervivencia. Se interesa por el contrario en aquellos países que, con independencia de sus matices políticos, han aceptado los términos de la globalización e intenta dar solución a una pregunta clave: ¿por qué se cambia con tanta facilidad libertades por seguridad o prosperidad?