Novela costumbrista de la Cataluña rural de posguerra, con una prosa perfecta y llena de matices. Un mundo plagado de miedos, de silencios, de medias verdades, de palabras no comprendidas o comprendidas a medias, vistas desde el prisma de un niño de diez años que pertenece al bando de los perdedores. Un niño que aprende de las conversaciones de los mayores (siempre llenas de interrogantes y puntos suspensivos) y que cuando es el momento toma una decisión que lo acerca al bando de los vencedores. Muy recomendable.<br/>