El comisario Niemans es enviado, como castigo por sus metodos demasiado expeditivos, a una tranquila localidad en Francia para investigar el asesinato de un bibliotecario. Al mismo tiempo en una localidad a 250 km. el teniente marroquí Karim Abdouf investiga la profanación de la tumba de un niño, de la que se han llevado su foto, pero tambien han desaparecido los archivos del colegio del niño, incluso fotos de la casa de sus compañeros. Ambos sucesos están relacionados y ambos policias intentarán desentrañar la maraña creada. Me ha gustado mucho, porque es una trama muy bien llevada, magnificamente construida y es un libro que engancha desde el primer momento.
hace 12 años