La España rural del siglo XIX sirve de marco a la última novela de Inma Chacón, que tan hábilmente se maneja en el terreno de la novela histórica. Bruna, la joven que da nombre a la novela, no ha tenido una vida fácil a pesar de haber nacido en un contexto acomodado, como heredera del vizcondado de Altaslomas. Siendo una niña, pierde la vista en un terrible incendio en el que muere su madre. Años más tarde, con dieciocho años, es brutalmente asesinada.

La novela se sitúa en dos franjas temporales: por un lado, el momento en el que se investiga la muerte de Bruna; por otro, las décadas anteriores, en las que la autora nos acerca al pasado familiar, lleno de misterios, mentiras y enemistades. Así, Chacón enlaza pasado y presente de manera muy astuta y amena para capturar la atención del lector desde los primeros capítulos.

La investigación del crimen de Bruna corre a cargo de los agentes de la Guardia Civil Granjeño y Torrehermosa, que interrogan a todos los miembros de la familia y del servicio. Pronto son conscientes del miedo y los silencios incómodos por parte de los empleados de la hacienda, así como la tirantez y el recelo de miembros de la familia, como el padre de Bruna, don Humberto, o de su hermana Julia, tía de la víctima.

Precisamente la tía Julia es un personaje crucial en la novela. Inseparable compañera de su sobrina Bruna, se traslada a vivir a la hacienda tras el accidente en que pierde la vista y se dedica en cuerpo y alma a enseñarle a leer en braille, ayudarla a ser autónoma e independiente y tratar de inculcarle la pasión familiar por la ciencia y los inventos. Es Julia quien encuentra el cuerpo y ello, unido a su gran cercanía a Bruna, la convierte en una figura fundamental en la investigación.

Los silencios, el temor a hablar sobre el pasado y los secretos familiares dotan a la novela de un clima de tensión e intriga que te mantiene en vilo. La novela está inspirada en una historia real acontecida en una pedanía de la ciudad extremeña de de Trujillo: Santa Cruz de la Sierra. La historia del asesinato de una joven se recogió en un poema, del que se ha valido Chacón para construir esta novela magnífica y sugerente. (Ana Rayas, 16 de mayo de 2025)